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Cuando no puedas o sepas hablar que te lean




Si hay algo que me gusta en mis talleres es el dar herramientas prácticas para aliviar el alma y la mente de cada embarazada y madre que llega a escucharme. Como sobreviviente de depresión con inicio en el periparto y como profesional de la conducta le doy herramientas que demuestran ser eficaces científicamente y que hicieron un gran efecto positivo en mi propia vida mientras atravesaba la depresión. Padecer de depresión no es fácil, imagina padecerla con una tierna criatura entre tus brazos dependiendo al cien por ciento de ti. Te asustas y te abrumas pensando: “Si apenas puedo con mi vida, ¿cómo podría alimentar y cuidar de otra que depende de mí? Esa frase “depende de mí” a algunas las convierte en personas funcionales hasta cierto punto, pero a otras las abruma tanto que las vuelve incapaces. Y lo importante aquí es que no saben cuándo en específico deben pedir ayuda. Es como si necesitaran un permiso para pedir lo que necesitan. Cuando no es así.

Muchas madres pasan por una tristeza durante dos semanas inmediatas al parto. Este periodo tiene por nombre “blues o la melancolía posparto”. No todas pasan por esto, pero es común en más de la mitad de las que dan a luz. Pero luego de las dos semanas mamá ya no debe sentir tristeza y desesperanza (posiblemente sí cansancio ante el reto de la crianza de un recién nacido). Si llegara a suceder debe buscar ayuda de inmediato. No hay que esperar a estar peor, porque mientras más pronto mucho más fácil será que mamá se reponga y pudiésemos prevenir que llegue a una depresión severa posparto.


En cada uno de mis talleres doy algunas sugerencias y herramientas para monitorear pensamientos y creencias. Así conocer si estamos empeorando o vamos ajustándonos de manera esperada a nuestra nueva vida de madres (sea de uno, de dos o de tres). Una de ellas es el journaling, mejor conocido como el diario. Muchas piensan que hacer esto es infantil. Pero es lo más sabio y hermoso que puedas hacer por ti. Y hoy te vengo a hablar un poco sobre esto.


El journaling o tener un diario te beneficia de tres maneras (esto ya lo he hablado antes, pero considero prudente volver a hacerlo):


1- Te ayuda a mantener un inventario de los pensamientos que llevan a tu mente.

2- Te permite comparar tus pensamientos anteriores con los actuales. Así también tu personalidad y modo de vida.

3- Te permite reconocer cuando necesitas ayuda.


Si tienes varios días escritos con frases como las siguientes necesitas ayuda.

· Solo quiero llorar…

· Me siento incapaz…

· Ya no soy la misma…

· No sé lo que me pasa…

· Ya no me reconozco…

· Me siento distinta…

· Quisiera salir y ya no regresar…

· Se me hace difícil respirar…

· No he podido dormir…

· Quisiera desaparecer…

· Amo a mi hijo, pero siento que no soy suficiente.

Ahora bien, cómo comenzar un journal.


1- Compra una libreta (cualquiera que te guste).

2- Compra lápices que te permitan ser creativa o bolígrafos de colores.

3- Utiliza un color para los días en lo que no disfrutes y otro color para los días que más te gustaron.

4- Es recomendable escribir cuando lo necesites y preferiblemente al final del día para que recojas todos tus pensamientos.

5- Saca 10 a 15 minutos para escribir.

6- Puedes comenzar con estas tres preguntas:

a. ¿Cómo me siento hoy?

b. ¿Cambiaría algo de hoy? ¿Qué sería?

c. ¿Qué fue lo más que me gustó?

d. Y termina con esta frase: Mañana será un mejor día.

7- Al otro día escribe, pero al finalizar lee lo que escribiste en días anteriores para comparar tus pensamientos. Si vas pensando peor o si hay frases como las antes mencionadas busca ayuda de inmediato.

¿Dónde podemos buscar ayuda?

Con tu ginecólogo, obstetra o médico primario. Busca a tu cónyuge y pídele que te lleve a un psicólogo o terapeuta. Háblale a algún amigo o amiga íntimo. Llama a las líneas de crisis (es gratis y te contestará alguien empático y que podrá ayudarte).


Lifeline: Cuando usted llama al número 1-888-628-9454, su llamada se dirige al centro de ayuda de nuestra red disponible más cercano. Tenemos actualmente 170 centros en la red y usted hablará probablemente con uno situado en su zona. Cada centro funciona en forma independiente y tiene su propio personal calificado.

Cuando el centro contesta su llamada, usted estará hablando con una persona que le escuchará, le hará preguntas y hará todo lo que esté a su alcance para ayudarle.

· Las llamadas son gratuitas desde cualquier teléfono en los Estados Unidos.

· Las líneas funcionan las 24 horas todos los días de la semana, de modo que usted puede ponerse en contacto con una persona capacitada en cualquier momento en que lo necesite.

· Su llamada es confidencial; esto significa que la persona que le escucha hará todo lo posible por no divulgar su identidad.

· Prestan servicios en inglés (1-800-273-8255) y en español (1-888-628-9454)

· Son la única red nacional de respuesta a situaciones de crisis con financiación del Gobierno Federal.


Otra alternativa en búsqueda de ayuda


Otra alternativa muy poderosa es la educación. Entender lo que te sucede, tu cuerpo y conocer lo que podrías hacer por ti y por tu familia podría hacer una gran diferencia. Aprender a comunicarte es una de las cosas que se debe aprender. Aprender a delegar al igual se aprende y la educación a la familia y a la misma mujer ayuda a que estas destrezas se desarrollen.


Si así lo deseas puedes ser parte de mis talleres a ofrecerse este mes de agosto. Puedes hacer parte a tu familia y así poder crear consciencia del apoyo que necesita una nueva madre o embarazada en esta etapa tan importante de la vida. Además de que podrás obtener herramientas y estrategias practicas de superación. Al presionar aquí podrás llenar el formulario de inscripción.


Que estén bien y en mejoría contínua.


Neidynathalie




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